Porteros, ¿¿¿¿seguridad o inseguridad????
La seguridad privada, en algunos edificios de Buenos Aires, está pasando de ser un elemento para la tranquilidad a ser una herramienta para la preocupación.
Los porteros de algunos edificios, permiten la entrada de personas ajenas al inmueble, con solo presionar el botón que abre la cerradura de la puerta, dan libertad a cualquier persona a entrar sin preguntarle su destino, solo si la persona desconoce la ubicación de apartamento a donde se dirige llaman al propietario, para confirmar la entrada del visitante.
Los vecinos de un edifico en el barrio porteño de Balvanera, presentaron una queja formal a la administración, argumentando su creciente preocupación por la permisividad de los encargados de seguridad; “dejan entrar a cualquiera, cuando vengo es como si viviera aquí, no me preguntan nada” dice Ana (amiga de una propietaria).
Julieta, hija de una señora que padece Alzheimer, teme que se repita el día donde su madre dejo, pasar a un antiguo inquilino, que llegó a su casa con la excusa de recoger algunas cosas. Cuando ella llegó vio como había empacado la mayoría de cosas de objetos de valor de una de las habitaciones del lugar. “por cosas como esta queremos un reglamento, después de eso me preocupo más de lo que me tranquilizo con estos señores a cargo de la vigilancia”, puntualizo ella después de contarnos lo sucedido.
“en dos torres de 25 pisos cada una, vive mucha gente, como vamos a distinguir entre los propietarios, visitantes e inquilinos; es muy complicado” responde uno de los Vigilantes, la empresa que los contrata todavía no ha dicho nada.
Los copropietarios piden un reglamento que regule y penalice, la administración, responde que tomaran cartas en el asunto. Y mientras esto sucede, los habitantes de este y otros edificios que tienen este problema, deberán estar más atentos cuando alguien toca el timbre de su puerta.
Francisco Moreno.
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