El 10 de septiembre se dio cierre a la 125° sesión del Comité
Olímpico Internacional. En la asamblea que tuvo lugar en Buenos Aires, se
definió a Tokio como la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 y se eligió a
Thomas Bach como nuevo presidente de la entidad rectora del deporte olímpico. Además,
se reincorporó a la lucha en el programa de las justas.
El nuevo jefe del olimpismo mundial fue campeón olímpico de
esgrima en Montreal 1976, es jefe del Comité Olímpico Alemán y dirigió la
candidatura de Múnich para los juegos olímpicos de invierno 2018. También es titular
de la Cámara de comercio Germano-árabe y había sido vicepresidente del COI en
los periodos 2000-2004 y 2006-2013.
Su experiencia en el organismo sumado al apoyo árabe lo
perfilaba como claro favorito entre los seis los candidatos. Bach, que fue
elegido en segunda la vuelta, asumirá un mandato de ocho años, renovable por
única vez a cuatro años.
El nuevo presidente parece estar dispuesto a modificar el
sistema de candidaturas, que viene recibiendo críticas desde diferentes
sectores. En su primer acto oficial como presidente del COI, (ceremonia de
encendido de la llama de los próximos Juegos de invierno, que tendrán lugar en
Sochi, Rusia) empezó a marcar diferencias con la gestión anterior. En el evento
declaró: "Nos relacionamos con las ciudades candidatas como lo harías en
un negocio con alguien que se interesa en tu franquicia. Quiero cambiar esa
mentalidad. Quiero que (las ciudades) tengan su propia creatividad, su propia
manera de pensar".
Del mismo modo, en la asamblea desarrollada en la capital
argentina se eligió a Tokio como sede de los juegos de 2020. La metrópoli
japonesa que ya había sido olímpica en 1964, le ganó la pulseada a Estambul y
Madrid, siendo amplio dominador en ambas instancias de la votación. En primera vuelta,
Tokio obtuvo 42 votos, 26 sumaron Estambul y Madrid. Después, en una elección
entre españoles y turcos, los otomanos lograron cuatro votos más que su rival
ibérica. En la definición, los japoneses cosecharon 60 sufragios contra 36 de
Estambul.
La principal contra que tenía la delegación nipona era la
explosión en la planta nuclear de Fukushima, que podría afectar los niveles de
radiación de Tokio, perjudicando así la salud de los visitantes.
El Comité Olímpico Japonés buscó combatir este fantasma
basando la candidatura en tres ejes fundamentales: solidez financiera, apoyo de
la población y una infraestructura innovadora.
“El Fondo de Gestión
de los Juegos posee 4.500 millones de dólares; esa plata está disponible para
gastar exclusivamente en llevarlos a cabo”, reveló la oficina de prensa de
Tokio 2020 semanas previas a la elección. Las autoridades estiman que las
ganancias podrían alcanzar los tres billones de yenes (176 mil millones de
pesos). En infraestructura, propuso un total de 36 instalaciones, la mayoría en
un radio de 8 kilómetros.
Por último, la asamblea redujo la cantidad de deportes
olímpicos a 25. A los eventos principales se agregó para la edición de Rio, el
golf y el rugby seven. En Tokio 2020 entrará al programa la lucha, en sus
modalidades: libre olímpica y grecorromana.
Francisco Moreno...
...@franjavimoreno
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